Una última mirada a través del visor de tu cámara, aseguras que el puntos AF esté posicionado para capturar perfectamente el sujeto. Presionas cuidadosamente el botón disparador. El agradable zumbido de la cámara mientras enfoca desaparece y el visor muestra una fotografía nítida, totalmente enfocada… o al menos eso es lo que parece.