Ayer asistimos a la presentación que realizó Fujifilm en Foto Colectania para hablarnos de su sistema GFX, donde pudimos ver y toquetear la nueva Fujifilm GFX 50R.

Antes de conocer en primera persona las opiniones de dos grandes fotógrafos como son Pedro Etura y Matias Costa, los responsables de Fujifilm nos dieron una pequeña charla explicando algunos detalles de presente y futuro de la marca.

Remarcaron una vez más que no tienen intención de hacer una cámara mirrorless full frame, pues este aspecto ya lo cubren con sus sistema GFX de formato medio (el sensor es de sus cámaras es de 43,8mm x 32,9 mm, superando al full frame).

Fujifilm GFX 50R con el objetivo GF 45mm ƒ/2,8

Nos comentaron que se consideran el fábricante número 2 en el terreno de las mirrorless. Y es que cabe destacar que su sistema X (con sensor APS-C) dispone actualmente de un total de 24 ópticas y 8 cámaras, y su sistema GFX de formato medio dispone de 6 ópticas, más 4 en camino (que llegarán entre 2019 y 2020) y 2 cuerpos de cámara más la anunciada GFX de 100Mp. Por cierto, la futura cámara de 100Mp llegará al mercado en 2019 y su precio será de unos 10.000€; el nombre y diseño final aún está por decidir.

Fujifilm GFX 50S con el objetivo GF 250mm ƒ/4. (Gracias Pep Costa por el posado)

Nos hablaron de la nueva GFX 50R, una cámara pensada para fotografía documental y reportaje que estará ya disponible el mes que viene a un precio de 4.500€. Destacaron su tamaño compacto y ligereza (775 gramos). Y es que realmente se hace extraño tener entre manos una cámara tan liviana cuando se trata de una cámara de formato medio, cuando uno está acostumbrado a esas cámaras grandes y pesadas cuando piensa en formato medio.

Pedro Etura

Pedro Etura es un fotógrafo de bodas, embajador de Fujifilm desde el pasado mes de abril, que habitualmente trabaja con la Fujifilm X-Pro2.

Fujifilm le propuso ser testeador de la nueva GFX 50R, aunque al ser en agosto y antes de se anunciara la cámara de manera oficial, no pudo usarla en trabajo real, pero si en su día a día.

Su primera reacción fue de sorpresa, al no estar delante de un “armatoste” y es que según afirmó, se trata de la “primera cámara de formato medio que parece una cámara de fotos”. Y es que realmente la nueva GFX 50R parece una X-Pro 2 vitaminada, un poco más alta, gruesa y ancha, pero nada exagerado.

Pedro nos contaba que nunca había sido usuario de formato medio, nos recordaba que desde hace 7 años ha trabajado con cámaras del sistema X. Se enamoró de Fujifilm con la X100, tanto fue su amor con la marca que hasta incluso a su perro lo bautizó como “Fuji”. Además se considera algo friki de las cámaras, hasta el punto de tener su X-Pro2 rayada y oxidada expresamente para darle un aspecto más retro y personal.

Fujifilm GFX50R con el objetivo GF 45mm ƒ/2,8, queda claro su reducido tamaño.

De la nueva GFX 50R nos destacó su visor lateral, algo que considera ideal para tener una buena relación visual entre fotografiado y fotógrafo, algo que le hace estar más cercano a sus sujetos y que también conseguía con la X-Pro2. De la primera Fujifilm que tubo (la X100) se enamoró del color que conseguía, algo que no ha encontrado en otras marcas y que la nueva cámara de formato medio se lo ofrece. También nos destacó su reducido tamaño, que le ayuda a pasar desapercibido.

Si bien asegura que el autofocus no es tan rápido como el que ofrece la X-Pro2, comentó que la precisión es sorprendente en cualquier situación.

Como dato curioso, Pedro comentaba que el siempre sale de casa con una cámara, hasta ahora con la X-Pro2 pero gracias al reducido tamaño de la GFX 50R se ve capaz de hacerlo con una de formato medio. Nos decía que el hecho de ir siempre con la cámara encima (y usarla, claro) lo usa como un entreno para el día del partido, el día de la boda, estar al máximo nivel.

Matías Costa

Matías Costa es un fotógrafo documental contemporáneo que realiza fotografía de autor. Ha trabajado con cámaras analógicas de formato medio y gran formato, y desde hace un tiempo es usuario de la Fujifilm GFX 50S.

Nos explicaba que no es un gran técnico fotográfico, que el simplemente quiere de una cámara que le permita contar lo que el busca y necesita, y la GFX se lo proporciona.

Le costó hacer el paso de formato medio analógico a digital por el coste que suponía y por lo aparatoso del sistema. Y es que cabe recordar que una cámara de formato medio digital de las primeras era como una analógica pero cambiando la montura de carrete por un respaldo digital (que tenían un precio de entre 10.000 – 35.000€). Pero con la llegada de la GFX esto cambió.

Antes de iniciarse con la GFX estuvo trabajando con las Fujifilm X-Pro2 y X-E3. Le gustaba su manejabilidad y discreción que le ofrecían.

Comentaba que es usuario de formato medio y grande porque le gusta dedicarle más tiempo a sus fotos, además es un formato que le sirve para publicar en revistas o para hacer grandes ampliaciones para exponer en museos.

Fujifilm GFX 50S con el objetivo GF 63mm ƒ/2,8

En cuanto a su fotografía destacó que a diferencia de Robert Capa, que decía aquello de “si tus fotos no son lo suficientemente buenas es porque no te has acercado lo suficiente”, el prefiere alejarse. Alejándose consigue mostrar más planos. No lo define como una falta de vínculo, sino lo contrario, busca un punto de vista distinto.

Matías explicó que no le gusta usar flash en sus fotografías, prefiere subir el ISO a tope, y comentaba que con la GFX lo sube hasta los 12.500 o incluso 25.000 ISO, y que el posible ruido o grano que consigue le parece bonito y agradable. De hecho reconoció que a sus fotografías les aplicaba un filtro para emular el típico grano de película. Destacó además la enorme latitud que ofrecen los archivos de la GFX, pudiendo recuperar luces y sombras a la perfección de un solo disparo.

Terminó su charla con una frase de Fernando Pessoa: “decir lo que se siente exactamente como se siente ―con claridad, si es claro; oscuramente, si es oscuro; confusamente, si es confuso―; comprender que la gramática es un instrumento, y no una ley”, donde comparaba la gramática con una cámara, y es que con la cámara podemos decir las cosas como nosotros queramos y como las sentimos.