Tener un buen flujo de trabajo fotográfico es tan importante como tener unas buenas herramientas para capturar y editar nuestras fotografías.

Podemos tener la mejor cámara y el ordenador más potente del mercado, pero con un mal flujo de trabajo fotográfico podemos terminar con un montón de mediocres fotografías.

No existe un flujo de trabajo ideal, cada uno tiene que buscar y hacerse el suyo, uno en el que los resultados finales obtenidos sean lo que realmente está buscando.

Para la mayoría de mis trabajos, ya sean encargos o simples fotografías de un fin de semana, siempre realizo un flujo de trabajo muy similar:

Preparación del equipo

El día antes del trabajo compruebo que tenga todo el material listo, cámara(s), objetivos, baterías cargadas, tarjetas de memoria formateadas, flashes, tarjeta de color SpyderCheckr… y el resto de material necesario para cada ocasión.

Siempre reviso la cámara que no tenga alguna configuración no deseada, como por ejemplo que no me la haya dejado configurada en formato JPG en lugar de RAW, que la ISO sea la adecuada para el trabajo a realizar, etc. También compruebo que los objetivos (y sus filtros) estén limpios, y, si hace tiempo que no lo hago (normalmente una vez al año), les hago una comprobación de enfoque con la carta de Datacolor SpyderLenscal tal y como os contamos aquí.

SpyderLenscal-Naturpixel-MicroAjusteAF

Realización de fotografías

Llegado el día de la realización de fotografías, una vez ya con el equipo montado y listo para empezar a fotografiar, la primera fotografía de la escena, especialmente cuando se trata de un encargo fotográfico, siempre es a una carta de color SpyderCheckr. Esto me ayudará muchísimo al procesado posterior a conseguir los colores lo más parecidos a la realidad posibles; a veces también incluyo en esa primera toma el SpyderCube que me servirá para ajustar la exposición correcta para las fotografías.

spyderchekr

Una vez realizada estas primeras fotografías en cada escena distinta, realizo las fotografías que necesito para la ocasión.

Justo al terminar, procuro descargar las fotografías al portátil y tener así una copia de seguridad, si no he podido ir cargado con el portátil, al llegar al estudio o a casa, es lo primero que hago, y en ese caso además, guardo una segunda copia en el disco de backup.

Cuando descargo las fotografías lo hago siempre directamente con Lightroom, mi software de catalogación y edición de cabecera, de modo que cuando me ponga a editarlas ya las tendré todas incorporadas en mi biblioteca de Lightroom de trabajo.

Procesando las fotografías

Antes de abrir Lightroom y empezar a editar las fotografías, lo que acostumbro a hacer es una calibración de pantalla. Para ello me sirvo del calibrador Datacolor SpyderElite, con ello me voy a asegurar que lo que me muestra mi monitor es lo más parecido a la realidad.

Spyder5

Esta calibración la realizo, más o menos, cada dos meses, aunque a veces reduzco ese tiempo si voy a editar fotografías donde el color es algo muy comprometido (por ejemplo si hago foto de producto o reproducciones de cuadros). También realizo una nueva calibración si las condiciones en las que voy a editar las fotografías no son las habituales (normalmente edito por la tarde, y si lo hago por la mañana tengo una ventana con una luz que entra muy diferente de la habitual), o realizo una nueva calibración si por error he tocado algún parámetro con los botones del monitor (más de una vez limpiando el monitor le he dado a alguno sin querer).

Con la pantalla calibrada lista para editar las fotografías, desde Lightroom lo primero que haré será generar los perfiles a través de las primeras fotografías capturadas en cada escena, esas en las que aparece la Datacolor SpyderCheckr.

spyderchekr2

Después de aplicar el perfil correspondiente a cada imagen de forma automatizada, ya empezaré a seleccionar las fotografías (con las estrellas de Lightroom).

Una vez realizada la selección, y ya en el módulo “revelar” de Lightroom, editaré las fotografías, sirviéndome en la parte de ajustar la exposición de la fotografía realizada con el SpyderCube.

Terminada la edición, exportaré las fotografías en el formato deseado, JPG si son fotografías para web o TiFF si son para luego mandar a imprimir o imprimirlas en casa o el estudio.

Imprimiendo las fotografías

Aunque normalmente imprimo grandes formatos en algún laboratorio profesional, a veces tengo que imprimir fotografías más pequeñas en casa o en el estudio, para ello considero imprescindible tener bien calibrada la impresora.

spyderprint

Utilizo el Datacolor SpyderPrint para realizar los perfiles de impresión y tener una buena calibración de la impresora con cada papel a usar. Hago una nueva calibración cada vez que adquiero un nuevo papel del que no tengo perfil, o cada vez que cambio los cartuchos de tinta por alguno de un lote distinto al usado hasta entonces.

Ya sea en Lightroom o en Photoshop (o desde cualquier otro programa) añadiré el perfil de impresión correspondiente y así obtendré una copia impresa con los colores lo más parecidos a la realidad.

Recuerda, no existe el flujo de trabajo perfecto, cada uno deberá crearse el suyo. Esperamos haberos ayudado en alguno de los aspectos con nuestros consejos.