La fotografía aérea es una rama que normalmente genera mucha atención. Son imágenes desde puntos de vista que no estamos acostumbrados a ver, y esto siempre es llamativo. Es más atractivo aún si somos nosotros mismos los que realizamos la fotografía.

Si tienes la ocasión de fotografiar desde el aire, te recomiendo que lleves 2 objetivos: un angular para fotos generales, y un teleobjetivo medio para buscar detalles que desde la altura, se ven muchas cosas curiosas que no vemos desde el suelo.

Aunque no es lo habitual, si tienes la ocasión de elegir transporte, aquí una selección de las ventajas e inconvenientes de algunos de ellos.

Avión. El más popular. ¿Quién no ha hecho fotos desde la ventanilla del avión en pleno vuelo? Ese es su lado bueno, que prácticamente permite a cualquiera a hacer fotos aéreas fácilmente. Sin embargo, el lado malo es que la calidad es muy escasa ya que la ventanilla normalmente no suele estar muy limpia y al ser un cristal grueso puede que la foto no quede del todo nítida.

Avioneta y helicóptero. Los dos se parecen bastante a la hora de hacer fotos. Tal vez la avioneta sea un poco más estable, de todas formas, ambas opciones son mejores que el avión, ya que las ventanas no son tan gruesas y el campo de visión es mucho más amplio. Lo mejor es que te montes al lado del piloto para ver más.

Globo. Es la mejor forma para hacer fotos con más calma. Lo bueno es que vas dentro del cesto y puedes ir cambiando de ópticas tranquilamente, siempre y cuando no vayáis demasiada gente donde tengas más difícil moverte. Como pega, depende dónde te lleve el viento, y tal vez tengas que tener un poco de paciencia.

A parte de estas opciones, hay muchas más como fotografiar en paracaídas por ejemplo, pero como aún no lo he probado, no os puedo decir su lado bueno ni el malo. De modo que si alguno de vosotros lo ha hecho, podéis aportar vuestros consejos escribiendo un comentario.

Por otro lado, también es verdad que hacer fotografías aéreas no es algo que esté todos los días al alcance de cualquiera, pero siempre hay una serie de opciones que podemos poner en práctica todo el mundo.

Subete a un monte. Es una buena opción para fotografiar paisajes y pueblos desde lo alto, y de paso, practicar deporte. El lado malo es que tienes que cargar con todo el peso del equipo hasta arriba.

Busca edificios altos con azotea. Ideal para fotografiar la ciudad tranquilamente, en la hora azul, al atardecer o cuando mejor nos venga.

Puentes altos. Normalmente suelen ser los típicos puentes peatonales que pasan por encima de las autopistas. De hecho, es uno de los mejores consejos para fotografiar carreteras.

Para los más valientes, siempre se puede tirar de ingenio y hacer fotos aéreas con ideas tan sencillas como la de Tom Guilmette: