Las carreteras son un buen motivo fotográfico para trabajar composiciones que nos ayudarán a entender mejor el recorrido que hace la visión en una imagen. Cuanto más fácil se lo pongamos a los ojos para contemplar una fotografía, más posibilidades tendremos para que la imagen que hemos captado guste.

Aprovecha las exposiciones lentas por la noche o en la hora azul. Las líneas luminosas de los automóviles resaltan el recorrido y nos ayudarán a reforzar el camino que debe seguir la visión. Además, le dará sensación de movimiento a la toma.

Busca puentes que crucen la carretera. Desde la altura tendremos una visión más amplia y seguramente nos resultará más sencillo hacer la composición.

Procura no cortar la carretera y muéstrala en toda su amplitud en la manera de lo posible. Es más difícil seguir el recorrido de la foto si la carretera se corta en las esquinas del encuadre.

En conclusión, haz imágenes para que nuestros ojos tengan un recorrido continuo en ellas, verás cómo con la práctica esta forma de pensar te ayudará a comprender mejor los trucos de composición.