Vamos a explicar cómo hacer un balance de personalizado, tanto si trabajamos en JPG directamente como en RAW.

En función de la fuente de luz con la que estemos fotografiando, podemos tener unas dominantes de color que deberemos compensar utilizando el balance de blancos.

Es aquí cuando entra el balance de blancos personalizado en juego. Nos permitirá hacer un balance lo más fiel posible, como decía, en función de la luz con la que estamos trabajando.

Hay tres pasos que son muy importantes seguir para que este balance de blancos sea lo más correcto posible:

1. FOTOGRAFIAR SUPERFICIE NEUTRA

El primer paso será fotografiar una superficie blanca o gris neutra. La ubicaremos en el lugar donde situaremos luego al sujeto u objeto a fotografiar, es decir, que tenga la misma iluminación con la que realizaremos luego la foto.

Así que si estamos en una casa con distintas habitaciones, y queremos realizar diferentes capturas en las distintas estancias, tendremos que realizar un balance de blancos personalizado en cada una de ellas.

2. OCUPAR TODO EL ENCUADRE

Esta superficie blanca o neutra, ya sea un folio, una pared o una carta gris, debe ocupar todo el encuadre. No nos sirve situar una hoja que cubra sólo la mitad del encuadre, porque la mayoría de cámaras realizas el balance sobre todo el encuadre.

3. ¿PROBLEMAS DE ENFOQUE?

Cuando queremos enfocar una superficie que es totalmente blanca, y por lo tanto sin contraste, probablemente la cámara no logré enfocar. Por defecto, la mayoría de cámaras si no enfocan no disparan. Con lo cual nos podemos quedar aquí encallados sin lograr hacer un balance de blancos personalizado.

Solución: ponemos el enfoque manual y enfocamos manualmente, y finalmente realizamos la toma.

A TENER EN CUENTA….

Si empezamos a trabajar por la mañana, con una mezcla de luces artificial y natural, hacemos un balance de blancos y  la sesión se alarga por la tarde… Posiblemente la luz habrá cambiado de intensidad y tonalidad, por lo que deberíamos hacer otro balance de blancos personalizado.

Así que ya sabes, un balance de blancos personalizado se debe hacer cada vez que cambie la fuente de luz con la que estamos trabajando.

PERO, ¿Y SI TRABAJO EN RAW?

Algunos pensarán, que todo este proceso es un poco tostón… ¿no hay otra manera de hacerlo?
Si trabajas en JPG no, deberás hacer el balance de blanco como lo hemos explicado.

Pero si trabajar en RAW, lo cual es muy recomendable, este balance de blancos personalizado lo podrás hacer a posteriori en el ordenador. De modo que durante la toma no te tienes que preocupar demasiado del balance de blancos.

Con cualquier software de edición se podrá corregir de forma fácil, rápida y de forma similar. Todos tienen la opción de balance de blancos y una pipeta para seleccionar nuestro blanco o color neutro en la foto. Para usarlo, si no tenemos clara cual es la zona ideal a clicar, nos vamos a fijar en los valores RGB (rojo, verde y azul). Intentaremos buscar un lugar en la imagen, por ejemplo las zonas de grises suelen funcionar muy bien, donde los tres valores sean lo más parecidos posibles:

Capture One 12.
Aquí hemos encontrado la zona neutra buscando los valores RGB lo más similares posibles: 114-113-112

Si queremos tener el balance de blancos lo más fiel posible, especialmente si vemos que luego no tendremos ninguna referencia neutra donde hacer click con la pipeta, deberemos colocar una carta de grises o tipo ColorCheckr:

Lightroom
Con esta carta de grises tenemos la ventaja de tener en ella los valores neutros RGB, fíjate: 91,3-91,7-91,2

Si trabajamos con carta gris o similar, bastará situarla en primer plano de la escena, asegurándonos que recibe la misma luz que el resto de la escena. Haremos una captura, y seguiremos capturando sin ella. A posteriori realizaremos el balance de blancos sobre ella y podremos aplicar ese ajuste a toda las fotos de la sesión.