Continuamos con la serie dedicada a temas esenciales para dominar la cámara. En esta ocasión os explicamos cómo configurar la cámara para tirar en Manual y de dos ventajas que tienen las mirrorless.

Para esta serie de artículos utilizaremos una Fujifilm X-T30, una cámara con prestaciones similares a su hermana mayor, la X-T3, pero en un cuerpo más reducido y a un precio más asequible.

Tenemos tres parámetros esenciales para configurar nuestra toma en manual: tiempo de exposición, sensibilidad ISO y el diafragma.

Trabajar con un sistema mirrorless tiene dos ventajas esenciales:

  1. Por el visor estamos viendo cómo nos quedará la foto. Así que si entramos en modo manual y estamos viendo que por el visor es absolutamente negro, que no estamos captando nada, empezaremos a tocar el tiempo de exposición, la sensibilidad o el diafragma, vaya, lo que nos parezca oportuno, hasta que por el visor realmente estemos viendo lo que queremos fotografiar, así que a simple vista ya tenemos una orientación.

  2. Tenemos un histograma en tiempo real. Este histograma nos indica cómo está repartida la información en la fotografía.

Con estos dos parámetros, es decir, la información que tenemos del visor más el histograma, estaremos viendo si ya conseguiremos la foto que estamos buscando o no.

Si tenemos la cámara en manual, ¿a qué damos preferencia? ¿al tiempo de exposición? ¿al diafragma? ¿sensibilidad? Esto varia en función de lo que estáis buscando.

Tenéis que tener en cuenta que estos tres parámetros están enlazados por la ley de reciprocidad. Lo que significa que, si tenemos una exposición concreta y no nos queremos mover de esta medición, podemos cambiar la velocidad, pero este cambio en el tiempo de exposición deberá ser compensado por un cambio en el diafragma o la sensibilidad. Es decir, cuando una cosa sube la otra tiene que bajar.

Estos movimientos son los pasos. Si aumenta la velocidad un paso, el obturador abre y cierra más rápido, y por lo tanto la luz llega menos tiempo al sensor. Para que la exposición sea la misma tendré que abrir un paso el diafragma:

Estos pasos son las unidades que nos permiten movernos entre los tres parámetros básicos. Entonces está en vuestra decisión y creatividad saber qué estáis buscando en una fotografía concreta.

Por ejemplo, si estoy realizando un paisaje y quiero trabajar con un diafragma “sweet spot” de ƒ/8, en modo Manual seleccionaré el ƒ/8. También sé que quiero una sensibilidad baja, para no tener grano y tener una buena calidad de imagen, así que coloco la sensibilidad a  ISO 160. De tres parámetros ya tengo dos que sé lo que quiero. Ya solo me me queda el tercero, la velocidad, que simplemente iré variando hasta que, como os decía, visualmente a través del visor e histograma vea que el resultado será el que a mí me interesa.

Por otro lado, a lo mejor estáis realizando un retrato, y sabéis que la persona se está moviendo, por lo que necesito un cierto tiempo de exposición para congelar ese movimiento. He decidido que necesito un tiempo de 1/250, luego fijo un diafragma abierto para desenfocar el fondo, para tener poca profundidad de campo, y el tercer parámetro, la sensibilidad, me servirá para cuadrar la exposición.

Cuidado porque siempre estamos supeditados a la luz que tenemos. Es decir, no siempre será tan fácil, a lo mejor en esta última situación la sensibilidad la tenemos que fijar por debajo de ISO 160, como no podemos hacerlo quizá debemos replantearnos la situación, ya sea aumentado la velocidad o cerrando diafragma.

La clave está en no tener miedo al modo manual (y como siempre es cuestión de practicar) y saber qué queremos en nuestra fotografía, si queremos darle una preferencia al tiempo de exposición, a la profundidad de campo… saber exactamente qué buscamos y entonces sabremos a qué dar preferencia.

Y recordad la ley de reciprocidad, todo está enlazado, cualquier movimiento de un parámetro implica el movimiento de otro si queremos mantener esa misma exposición.