Podríamos definir a la Sigma dp2 Quattro como la cámara más curiosa que hemos probado hasta la fecha, tanto por su diseño exterior como por lo que esconde su interior. Y es que en ella vamos a encontrar curiosos aspectos, tanto positivos como negativos.

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La primera curiosidad con la que nos vamos a encontrar en esta cámara es su diseño, ¿arriesgado? ¿futurista? No nos queda claro… Lo que si queda nos claro es que si estamos acostumbrados a sujetar nuestra cámara compacta con una sola mano, aquí nos tendremos que olvidar y utilizar las dos manos.

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Antes de empezar a hablar de su interior tendríamos que dejar claro en qué consiste el sensor Foveon X3 que montan las cámaras Sigma, un tipo de sensor que la marca viene montando desde su primera cámara réflex digital lanzada el 2002, la Sigma SD9.

El sensor Foevon X3 utiliza la tecnología de separación vertical de color. Habitualmente se utilizan sensores CMOS o CCD con una mosaico de Bayer, en los que cada píxel se le asigna sólo uno de los tres colores y no puede capturar los tres colores a la vez. Por el contrario en el sensor Foveon X3, cada elemento sensor recibe la información completa del color. Finalmente, a diferencia de los datos de otros sensores, que requieren de interpolación artificial para “rellenar” los colores que faltan, los datos del sensor de imagen directa Foveon son completos para cada píxel y no requieren de interpolación.

A la izquierda un sensor Foveon X3, a la derecha un sensor CMOS con mosaico de Bayer.

A la izquierda un sensor Foveon X3, a la derecha un sensor CMOS con mosaico de Bayer.

Además, la Sigma dp2 Quattro se caracteriza por usar el nuevo sensor Foveon X3 Quattro, lo que significa que el sensor tiene una estructura con un ratio de 1:1:4 (abajo 1: centro 1: superior 4) para el número de megapíxeles de color rojo, verde y azul, respectivamente. La capa superior capta luminosidad y la información del color, mientras que las dos capas inferiores capturan información del color solamente.

Microsoft Word - dpQuattro_press_release_20140205_revAdachi.docx

En resumen, el sensor dispone de tres capas de 20, 4,9 y 4,9 megapíxeles, y Sigma asegura que esta resolución es equivalente a 39 megapíxeles.

Después de esta introducción acerca del sensor se entiende el porqué la cámara genera unos archivos RAW de más de 50Mb y unos JPG de entre 10 y 15Mb. También será fácil de entender el motivo por el que los archivos tienen una calidad incuestionable, incluso la marca se atreve a decir que esta calidad es superior a la que nos puede ofrecer un sensor “full frame”, y posiblemente no vayan equivocados especialmente si comparamos los archivos JPG sacados directamente, si nos vamos a comparar archivos RAW ya será más cuestionable.

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Lo que quizás cueste más de entender, teniendo en cuenta semejante calidad de sensor, es porque al poner una sensiblidad por encima de 400 ISO (en el caso de JPG directo) o de 800 ISO (en RAW) aparece un ruido y unos colores fantasmagóricos un tanto curiosos… mejor dejar la cámara en la sensibilidad más baja posible y ahorrarnos sorpresas. Os dejo con unos recortes de JPG directos disparados a diferentes sensibilidades (clica en cada imagen para ver al 100%):

Como ya es sabido por nuestros lectores, nosotros estamos acostumbrados a trabajar con el programa de edición Lightroom, pero si queremos editar los archivos RAW de la Sigma dp2 Quattro tendremos que pasar forzosamente por su software propio, el SPP o Sigma Photo Pro. Un software bastante lento y con muchas limitaciones, pero el único que (por el momento) permite revelar los archivos generados por la Sigma dp2 Quattro. Aunque si tenemos un buen archivo JPG inicial, éste lo podemos trabajar en Lightroom, ahorrándonos así algún que otro dolor de cabeza.

Software Sigma Photo Pro

Software Sigma Photo Pro

Veamos ahora una misma imagen, primero el JPG directo, a continuación con el RAW convertido a JPG sin ningún ajuste y por último el RAW ajustado con el software SPP:

DP2Q0006 DP2Q0006-Raw-JPG DP2Q0006-RAW-PROC

A simple vista las dos primeras pueden parecer muy similares… pero analicemos un recorte de ellas (clica en cada imagen para ver al 100%):

Guillem Calatrava © Guillem Calatrava © Guillem Calatrava ©

Ahora podemos ver como el JPG directo (primera imagen izquierda) tiene una máscara de enfoque un poco exagerada, en la imagen final (RAW procesado) simplemente se le ha ajustado les luces y se le ha dado un poco de máscara de enfoque.

Sigma_dp2_quattro-001Otra particularidad de esta cámara es su objetivo, monta un objetivo fijo de 30mm con una luminosidad de f/2,8, un focal que resulta equivalente a 45mm en paso universal, lo que viene a ser el mismo ángulo de visión que tenemos los humanos. El objetivo está construido con 8 elementos en 6 grupos:
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Lo bueno de montar una óptica fija es que su calidad es incuestionable, al igual que la calidad de su degradado (o bokeh) a su diafragma más abierto. Aquí podéis ver algunos ejemplos:

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Si eres un fotógrafo que va con prisas esta no es tu cámara, a pesar de su ráfaga de 5 fps (o un poco menos), tendrás que esperar un rato entre ráfaga y ráfaga a que se vacíe el buffer, el tiempo de grabación a la tarjeta es (muy) lento; y a eso hay que añadirle un autofocus preciso pero lento también.

Para ir terminando, os dejamos con una breve galería con algunas fotos realizadas con la Sigma dp2 Quattro y procesadas con el software SPP:

Y si creíamos que el ruido a sensibilidades a partir de 400-800 ISO y la lentitud de la cámara (y del software) era el precio a pagar, tendrás que añadir los casi 1.000 euros que te va a pedir el vendedor. Pero puedes estar seguro que a cambio te llevarás la cámara compacta con el mejor sensor que podemos encontrar actualmente en el mercado y, además, podrás presumir de cámara raruna y exclusiva ante tus amigos.

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