Accesorios fotográficos que no necesitamos

¿Cuántas veces compramos algún accesorio que creemos imprescindible y luego nos damos cuenta de que no sirve para nada? ¿Las compañías te sorprenden con lanzamientos que consideras absurdos? Para evitar compras y derroches de dinero innecesarios, y sobre todo, tentaciones, desde Petapixel han elaborado una lista de hasta 13 cacharros a evitar.

El primero es un reloj inteligente, que es una cámara de 41 megapíxeles. Si ya tenemos nuestra cámara, ¿para qué necesitamos un reloj sustituto? Y si de todas formas, nos gusta el capricho, puede que con el precio volvamos a la realidad, ya que cuesta unos 900 euros.

El segundo de los inventos es un flash externo para el iPhone. Posiblemente a los usuarios de este teléfono móvil les atraiga la idea de incorporar un flash al aparato, sobre todo si es de imagen retro como éste, pero realmente por el tamaño que tiene y la poca potencia, no merece demasiado la pena. Tampoco es algo que llegaremos a ver desarrollado, o eso parece, ya que el Paparazzo Light -nombre oficial-, está como proyecto crowfunding intentando recaudar los fondos necesarios para fabricarlo, pero se ha quedado bastante lejos de la meta final necesaria.

En el tercer puesto nos encontramos con una cámara-objetivo de Sony para smartphone. Presentado oficialmente hace unos pocos días, no tiene mucho sentido comprarse un móvil ultradelgado, ligero de peso con la mejor cámara que este tipo de dispositivos pueda tener, para luego incorporarle un objetivo, lo que no sólo aumenta el tamaño, sino que hace que tengas que llevar otro accesorio más en el bolsillo.

De un objetivo pasamos a una cámara de fotos, no es que no sea necesaria para un fotógrafo, es solamente que mas bien este modelo parece fabricado a medida para caprichosos. La Hasselblad Lunar al parecer es muy similar a otros modelos de cámaras, por lo que el detalle de que la carcasa sea de madera, hace que suba el precio y el atractivo estético.

Otra cámara que se puede considerar un lujo es la Leica M Monochrom. Estamos acostumbrados al elevado precio de la marca, pero gastarse unos 6.000 euros en una cámara digital que nada más toma fotos en blanco y negro, no parece algo que merezca la pena por la que gastarse semejante suma.

El siguiente objeto es también para móviles, un steadycam para el iPhone. Evita sacar fotos movidas si tenemos mal pulso, pero no compensa la molestia de poner un cacharro enorme para apenas unos segundos que tardemos en realizar la fotografía. Lo mejor es practicar para tener el pulso firme, saldrá más rentable.

Seguimos con accesorios para el iPhone, en este caso es un objetivo tele de 8x para acercarnos al objeto que queremos retratar. ¿No sería más fácil acercarse físicamente o tener una cámara con zoom?

En la recta final de la lista nos encontramos con unos objetivos para cámaras DSRL con aspecto antiguo, tal y cómo se harían hace 175 años exactamente. Muy dorado, muy retro, pero poco práctico a la hora de elegirlo como lente fiable.

En el número 9, podemos ver una correa de cámara hecha a modo de corbata. Combinación perfecta para los que no quieran llevar la dichosa prenda, pero poco más útil. No hace falta cambiar la correa que tenemos de nuestra cámara, a no ser que la queramos personalizar algo más, pero no deja de ser un gasto tonto comprar una corbata para ello.

Si te gusta la fotografía acuática, puede que este invento sí que te convenza: unas gafas de buceo con una cámara incorporada. Pero todos sabemos que a veces combinar dos cosas tan diferentes no sale bien, así que lo más recomendable para evitar lamentarnos de habernos gastado 75 euros es o bien dejar la cámara fuera del agua o bien dedicarnos a la fotografía acuática con mejores opciones.

Por otro lado, puede que nos atraiga más la idea de usar la fotografía como método de espionaje, pues bien, es posible gracias a un adaptador de corriente con la cámara incluida. Absurdo si tenemos los enchufes a ras de suelo y no en paredes estratégicamente colocados.

Dejando a un lado el tema de accesorios externos y visibles, puede que nos guste más el filtro con forma de estrella, para recrear los reflejos típicos de la luz al dar con objetos, como el flare, pero mucho más visibles y que a veces suelen quedar tan bien. Hay que tener cuidado porque a lo mejor más que embellecer el resultado final, lo pueden estropear.

Y para terminar, algo que seguramente muchos de los fotógrafos tenemos en casa: las tazas con forma de objetivo. Se hicieron realmente populares y no era raro verlos de hasta marcas de cámaras inventadas, más allá de las oficiales tipo Canon y Nikon. ¿Por qué evitarlos? No hace falta, simplemente tenemos que tener cuidado en no confundirnos a la hora de echar el café o cualquier otra bebida.