Uno de los grandes retos a superar cuando empezamos en el mundo de la fotografía, es hacer retratos a gente desconocida. Las primeras inseguridades más comunes entre los fotógrafos principiantes son preguntas como: “¿le pido permiso o hago una robada?”, “¿es ético hacer robadas?”, “¿cómo le pido permiso?”, “¿qué le digo?”, “¿y si me dice que no?”… y así, un sinfín de preguntas.

¿Te sientes identificado? No te preocupes, todos pasamos por eso. Hay quienes tienen la suerte de nacer con un don de gentes buenísimo, pero lo normal es que tengas esas pequeñas preocupaciones. Lo primero que tienes que hacer, es relajarte. Has salido a pasear con tu cámara de fotos, a pasártelo bien. No lo conviertas en una actividad que te haga sentir inseguridad. Todo lo contrario. Piensa en la cantidad de puntos positivos que tiene acercarte a fotografiar a un desconocido e intercambiar algunas palabras con él. No siempre, pero en muchas ocasiones salir de paseo con la cámara de fotos es una gran ventaja para integrarte entre la gente.

Samana 14

Siempre tienes la opción de hacer robadas pero, reflexiona un poco. Sé que al principio te puede parecer violento ir a hablar donde un desconocido que te gustaría hacerle fotos, pero ¿no crees lo violento que le puede parecer a esa persona si ve que un desconocido le está haciendo fotos sin saber por qué? Es cierto también que hay situaciones en las que si esperamos a pedirle permiso, nos perdemos el momento de la foto. En ese caso recomiendo mostrársela después. Corres el riesgo de que te diga que la borres, pero también puede ocurrir que le guste mucho incluso termines haciéndole más retratos, y abrirte más puertas.

Lo básico y el comportamiento que mejores resultados te puede dar en general, es cuando como mínimo saludas, das la mano e intercambias algunas palabras antes de apuntarle con la cámara. Cuanto más interesante se le haga la conversación, se relajará, confiará más en ti y probablemente te dejará hacerle una foto.

Samana-28

Sal a la calle con la cámara de fotos, tranquilízate, y déjate guiar por los siguientes consejos:

  1. Date un paseo y observa a la gente con la cámara al hombro, sin hacer fotos. Si se acostumbran a tu presencia será más fácil. Si alguien se te queda mirando, siempre le puedes saludar con una sonrisa.
  2. Busca personas que llamen la atención por algo: por lo que están haciendo, por su vestimenta… con esto ya tienes algo con que entrarle para empezar a hablar y ganarte su confianza.
  3. Acércate, salúdale dando la mano y preséntate. Háblale sobre lo que te ha llamado la atención.
  4. Si te dice que sí, es hora de poner en práctica los 5 consejos para hacer un buen retrato. En cambio, si te dice que no, no te decepciones y vuelve a empezar desde el punto 1.

¿Te animas a poner estos pasos en práctica? ¿Cuáles son tus consejos para hacer retratos a gente desconocida?