Una fotografía puede transmitir cosas muy distintas según la luz con la que se ha captado, del mismo modo, no son menos importantes los colores que aparecen en la toma. Por un lado, cada color nos puede transmitir diferentes sentimientos, y el mensaje que queremos transmitir también puede ser más intenso si sabemos organizar el encuadre teniendo en cuenta cómo actúa cada color.

A continuación, unos datos de referencia sobre lo que transmiten y significan algunos colores en la cultura occidental:

AZUL: Aunque es un color que transmite confianza y armonía, contradictoriamente es frío y distante. Es uno de los últimos colores que detecta nuestra visión, de modo que en fotografía, el azul es ideal para colocar al fondo de los encuadres y así dar más profundidad a la imagen.

ROJO: Es el color de la pasión, del peligro, de lo prohibido y de la velocidad. Al contrario del azul, nuestra visión detecta el rojo rápidamente, antes que cualquier otro color. De modo que si lo situamos en primer plano, también estaremos acentuando la sensación de profundidad en la imagen. En el caso de la velocidad, si fotografiamos un barrido de un coche rojo, y después, hacemos otro con un coche de cualquier otro color, ¿cuál de los dos parece que va más rápido?

VERDE: El color de la esperanza y de la frescura, ya que nuestra mente lo asocia automáticamente con la naturaleza. Es un buen color para transmitir tranquilidad, sin embargo tengamos en cuenta que el verde también es el color del veneno. Según el contexto en el que se emplee, significará una cosa u otra.

AMARILLO: Transmite optimismo, diversión y acidez. También está muy relacionado con la iluminación, ya que cuando dibujamos una lámpara o una bombilla, normalmente la luz es de color amarillo. Teniendo esto en cuenta, si incluimos este color en nuestras fotos, tendremos la sensación de que la imagen es luminosa.

NARANJA: Es un color intermedio del amarillo y el rojo. Tiene la diversión del amarillo pero de una forma más exótica, y por otro lado, al igual que el rojo es uno de los primeros colores que detectamos.

NEGRO: Es el color de la negación, de la muerte y del final, pero también el de la elegancia. Para todo lo que queramos relacionar con la oscuridad, lógicamente, al negro debemos reservarle su espacio en la toma.

BLANCO: Es el color ideal para transmitir sensación de limpieza y amplitud. También es el color de la inocencia, como ejemplo, podemos ver cómo normalmente predomina el blanco en la mayoría de las fotos de recién nacidos. El blanco es tierno, es el color de las cosas buenas.

También podemos investigar en las sensaciones que podemos transmitir mezclándolos. Con un poco de dedicación, aprenderemos a sacarle más partido a ese mensaje que queremos dar a entender en nuestras fotos con la ayuda de los colores.