Cuando se habla de cámaras que combinan portabilidad y potencia, la OM System OM-3 es una de las grandes revelaciones. Recientemente tuve la oportunidad de probar esta cámara en un contexto bastante exigente: un shooting para MotoGP en Malasia, que se llevó a cabo el pasado 3 y 4 de febrero de 2025. Durante este evento, las condiciones de luz eran cambiantes, el trabajo debía ser rápido y las exigencias fotográficas eran altísimas. ¿Cómo se comportó la OM-3 ante estas circunstancias? A continuación, te contaré cómo integré esta cámara en el rodaje, y cómo me ayudó a capturar imágenes en una de las experiencias más frenéticas que he vivido en el mundo de la fotografía.
Unboxing y primeras impresiones de la OM System OM-3
La OM-3 fue un modelo que aún no había sido lanzado al público cuando tuve la oportunidad de probarla, se anunció el pasado día 6 como ya os explicamos por aquí, pero tuve acceso a la cámara con antelación. Desde el primer momento, me llamó la atención el diseño compacto y robusto, pero con su estilo vintage.
La OM-3 es más pequeña que la OM-1 Mark II, pero comparte el interior de la cámara: resolución, prestaciones y rendimiento general. A primera vista, puede parecer una evolución de las cámaras anteriores de la serie PEN, gracias a esa rueda de ajuste que encontramos en otros modelos como la PEN-F. Sin embargo, el cuerpo alargado y la ergonomía de la OM-3 la convierten en una cámara ideal para llevar a todas partes sin comprometer la calidad de la imagen. Si lo que buscas es una cámara compacta para fotografía de calle, la OM-3 es perfecta. Yo la llevé equipada con el objetivo 12-45mm y el resultado fue increíblemente satisfactorio.
La importancia de la rapidez
Uno de los mayores retos de trabajar en un evento como MotoGP es la velocidad. Durante la grabación del filming, tuve que capturar momentos fugaces que iban desde el detrás de cámaras, vamos el making of, hasta la acción en el plató. La OM-3 me permitió disparar con velocidad de obturación rápida de hasta 1/250 segundos, congelando el movimiento de las escenas sin perder calidad, usando diafragmas entre ƒ/4 y ƒ/5,6, y dejando la ISO en automático, sin preocuparme demasiado por ella.
La cámara también me permitió trabajar de manera muy rápida, ya que tenía que enviar las fotos que tomaba para su publicación casi en tiempo real en redes sociales como Instagram, X, Facebook o Threads. No había tiempo para una edición exhaustiva; necesitaba resultados rápidos y efectivos. Por ello, configuré la OM-3 en modo JPG para obtener archivos listos para compartir sin procesado adicional. Algunas fotos fueron editadas mínimamente, ajustando la exposición, sombras y a veces el contraste, pero no era necesario hacer un ajuste profundo, otras incluso no fueron editadas.
Something’s cooking 👀 Stay tuned! 📲#MotoGP pic.twitter.com/dgQ3WxoWMB
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) February 3, 2025
Control sobre el color y la exposición
Una de las funcionalidades más destacadas de la OM-3 es la rueda de ajustes de color que permite modificar el perfil de la imagen directamente en la cámara. A través de este ajuste, es posible trabajar con diferentes modos de color y cambiar el contraste o la nitidez al vuelo. Aunque hay muchas opciones artísticas disponibles en esta cámara, mi elección fue trabajar con los colores más naturales posibles, dado que quería capturar la escena tal y como la veía, sin «inventar» colores.
Sin embargo, para aquellos que prefieren el blanco y negro o efectos artísticos en sus fotos, la OM-3 ofrece perfiles predefinidos que facilitan estos cambios de manera rápida. Esto es especialmente útil cuando no se quiere dedicar tiempo a la postproducción o cuando se está trabajando con un flujo de trabajo tan rápido como el de MotoGP.
Rendimiento en condiciones de alta sensibilidad
Uno de los aspectos que más me interesaba probar con la OM-3 era su comportamiento a sensibilidades altas. Dado que las condiciones de luz eran cambiantes, a menudo me vi en la necesidad de aumentar el ISO para obtener una exposición correcta. La mayoría de fotos que entregué no sobrepasaron los 6400 ISO, pero hubo algunas de 12800 ISO, 16000 ISO hasta incluso entregué una a 32000 ISO; la OM-3 se comportó perfectamente, sin generar un ruido excesivo en las imágenes. De hecho, aunque estaba disparando JPEG directamente, los resultados fueron sorprendentemente buenos, lo que demuestra la calidad de la tecnología de procesamiento de imagen de OM System.
En cuanto al rolling shutter, la OM-3 mostró un ligero efecto en algunas tomas, especialmente en imágenes de alta velocidad. Sin embargo, esto fue fácil de corregir durante el encuadre, y no representó un problema significativo durante el evento. Cabe decir que es algo habitual cuando se dispara con obturador electrónico, cosa que tenía que hacer con tal de generar el menor ruido posible, puesto que se estaba grabando el sonido también y no quería que el ruido de un obturador mecánico molestara.
La fotografía computacional en la OM-3
Otro punto destacable de la OM-3 es su integración con funciones de fotografía computacional, accesibles a través de un botón dedicado en la cámara. Con el modo Computational Photography se pueden activar características como el apilado de enfoque, exposiciones múltiples, y otros ajustes avanzados. Aunque no las utilicé durante el shooting de MotoGP, estas funciones son perfectas para aquellos fotógrafos que buscan llevar su creatividad al siguiente nivel sin necesidad de edición posterior.
Comodidad y portabilidad
La OM-3 tiene un tamaño compacto, lo que la convierte en una cámara extremadamente fácil de llevar a cualquier lugar. Aunque no cuenta con una empuñadura prominente, el diseño es equilibrado y cómodo, lo que facilita su uso incluso en sesiones largas. La cámara está pensada para la fotografía callejera o para aquellos que prefieren una cámara pequeña, pero sin sacrificar la calidad.
Una cámara ideal para situaciones rápidas
A modo de resumen, la OM System OM-3 es una cámara que ha superado mis expectativas en un entorno de trabajo exigente. Su capacidad para adaptarse a condiciones de luz complicadas, su rapidez en el disparo, y su diseño compacto la hacen una opción excelente para fotógrafos urbanos o aquellos que necesitan capturar momentos fugaces. Aunque no pude probarla en su totalidad con RAW, los resultados con JPEG son impresionantes, lo que la convierte en una cámara de confianza para situaciones de alta presión.
La OM-3 tiene mi aprobación total y, sin lugar a dudas, es una de las cámaras más versátiles y efectivas que he probado.