Ya teníamos ganas de poder hacer un review más completo a la Ricoh GR III, y es que después de la primera toma de contacto que hicimos hace unas semanas en Londres, que nos dejó un buen sabor de boca, teníamos ganas de más.
En esta ocasión lo hicimos por las calles de Barcelona, por el barrio del Born, ese barrio que vio crecer nuestros cursos de fotografía tipo Fotowalk:
Como bien sabéis, la Ricoh GR III es una cámara muy orientada al «street photography«. Una cámara muy compacta, que a diferencia de las compactas «normales» que han ido desapareciendo en sustitución por los smartphones, se ha mantenido y renovado.
Su renovación y mantenimiento se basa en dos principales argumentos: el sensor y el objetivo.
El sensor de la Ricoh GR III
Con un tamaño de sensor APS-C, el mismo que encontraremos en una gama media de cámaras réflex o mirrorless, y con 24 megapixeles, nos permite obtener imágenes de gran calidad y trabajar cómodamente a sensibilidades altas.
El tamaño del sensor nos ayudará a trabajar con una profundidad de campo muy contenida, ya sabes, cuanto más grande el sensor más desenfoque conseguiremos. Además este sensor está estabilizado hasta cuatro pasos, y esto, para los que nos gusta trabajar a velocidades lentas de 1/8 o 1/4 para captar movimiento, nos viene muy bien.
El objetivo de la Ricoh GR III
La Ricoh GR III equipa un objetivo de focal fija equivalente a 28 milímetros ƒ/2,8. Un objetivo que le viene muy bien a este a esta cámara que busca el poder captar la instantánea, es decir, esa fotografía que ocurre en un microsegundo y que no tendremos mucho tiempo para medir la luz, ni hacer un encuadre muy pensado, sino simplemente reaccionar.
En un próximo vídeo y artículo os explicaremos cómo podemos configurar la cámara para que enfoque a una distancia concreta. Junto a un diafragma también concreto, podremos saber qué profundidad de campo tenemos. Incluso podremos buscar la hiperfocal y asegurarnos mucha profundidad de enfoque. Esto nos asegura una reacción rapidísima. Así que este 28 milímetros le
va muy bien, y junto con el sensor APS-C obtenemos una calidad de imagen muy impactante teniendo en cuenta que es una cámara que cabe perfectamente en el bolsillo.
Filtro ND digital en la Ricoh GR III
Cuando trabajamos con un tiempo de exposición lento, probablemente, tendremos un exceso de luz. Podemos intentar cerrar el diafragma, trabajar con la ISO más baja, pero igualmente, en ciertas ocasiones, no podremos bajar de 1/60. Pero la Ricoh GR III incorpora un filtro ND digital, de esta manera podemos trabajar conjuntamente con las prestaciones que nos da el estabilizador, más este filtro ND digital a 1/8 o 1/4 tranquilamente.
Mirar por ejemplo esta prueba, realizada a 1 segundo de exposición a mano alzada. Se puede apreciar como el estabilizador de la Ricoh GR III funciona muy bien:
Para comprobar que tenemos el filtro ND digital trabajando, en el menú, dentro del módulo de cámara tenemos las opciones del filtro ND. Tenemos la opción de tenerlo activado, desactivado o en automático:
El cuerpo de la Ricoh GR III
La cámara es súper súper compacta, se agarra muy bien por el tamaño que tiene. Está construida en aleación de magnesio, esto significa que, aunque no esté sellada, la construcción es muy buena y se ve una cámara muy bien resistente.
Además, viene con una correa de mano para facilitar colgarla de la muñeca mientras trabajamos con ella.
Para controlar la Ricoh GR III tenemos una ruedecita de control delante; junto al disparador encontramos el dial de control con todos los modos, tanto automáticos, como semiautomáticos y manual y detrás tenemos dos diales más.
La pantalla es táctil, así que cuando se pulsa en un lugar específico de la pantalla se puede configurar para que enfoque, o para que enfoque y dispare.
En la Ricoh GR III no tenemos flash incorporado, a diferencia de la versión anterior. Esto consigue reducir el tamaño del cuerpo. Pero no vemos que sea un problema la falta de flash, de hecho, cuando hacemos «street photography«, podríamos decir que nunca usamos el flash. De todos modos, si queremos un flash, se puede comprar como accesorio opcional uno pequeñito que pondremos encima de la cámara.
Tampoco tenemos visor en la cámara, pero no lo hemos echado en falta, la pantalla se ve perfectamente aunque tenga luz directa. Si de todos modos queremos un visor, al igual que el flash, se puede adquirir como accesorio opcional y colocar en la misma zapata del flash.
El único punto flaco que lo podemos encontrar a la Ricoh GR III sería la batería. Si bien nos aguanta para unas 200 fotografías, creemos que esto se podría ampliar. El espacio que nos queda disponible en el compartimiento de la batería, nos permite intuir que en un futuro Ricoh lanzará una batería de más capacidad. Quizás también con una futura actualización de firmware (actualmente tiene la 1.0) se pueda corregir y reducir el consumo de batería.
El RAW de la Ricoh GR III
La cámara se pude configurar para que trabaje en formato RAW. Lo hace con una extensión .DNG. Por lo que es compatible con cualquier software de edición, como Lightroom o ON1 Photo RAW.
Conclusión
La Ricoh GR III es una cámara compacta ligera, discreta, divertida, que invita a probar diferentes encuadres, que te permite deambular por la ciudad de una manera muy cómoda. Con un sensor que nos ofrece muy buena calidad, un buen objetivo, estabilización en el cuerpo y otras prestaciones como el filtro ND o incluso la capacidad de configurar un enfoque muy específico, muy adecuado para trabajar en «street photography«. Esto del enfoque y del tema de la hiperfocal y cómo maximizar la profundidad de campo lo trataremos en un próximo vídeo y artículo.
El AF con poca luz es muy malo. Esperemos tenga margen de mejora mediante firmware.