1. ¿Por qué calibrar?
Te compras una gran cámara, un objetivo luminoso, después de invertir en formación cuidas al detalle la composición, editas tus imágenes en ese ordenador de última generación y ¿no tienes el monitor calibrado?
Tener el monitor calibrado es esencial para reproducir fielmente los colores que tu cámara capta, o para ver correctamente los colores de esas fotografías que visualizas.
2. Hardware recomendado
Datacolor nos ofrece toda una gama de productos que nos ayudarán a calibrar nuestro monitor, el coloríemtro Syder5. Dependiendo de nuestras necesidades (o de nuestro presupuesto) nos convendrá un hardware u otro.
Spyder5 EXPRESS es la herramienta económica para los fotógrafos que buscan una solución fácil de usar, con cuatro pasos sencillos e interactivos tendremos el monitor calibrado. Su precio es de 99€ (+ IVA), en Amazon lo encontramos por 119€ iva incluido.
Spyder5 PRO es la herramienta ideal para fotógrafos y profesionales creativos que buscan una solución de gran precisión del color. Las características avanzadas incluyen un sensor de luz ambiental integrado, una amplia gama de ajustes de calibración, análisis y la capacidad de importar imágenes para comprobar el antes y después de la calibración. Su precio es de 149€ (+ IVA), en Amazon lo encontramos por 179€ iva incluido.
Spyder5 ELITE está pensado para los fotógrafos profesionales perfeccionistas de calibración que exigen los más altos niveles de precisión de color. Esta herramienta ofrece una montura para trípode incorporada para calibrar fácilmente proyectores, además de nuestro monitor. Sus características avanzadas incluyen una gama ilimitada de ajustes de calibración, análisis de pantalla completa, importación de imágenes propias para evaluar el antes y después de la calibración y rutinas de balance de grises optimizados. Su precio es de 216€ (+ IVA), en Amazon lo encontramos por 259€ iva incluido.
3. Conocimientos esenciales antes de la calibración
Para calibrar nuestro monitor con las herramientas mencionadas no hace falta ser un experto en gestión de color. Las mismas herramientas nos proporcionarán en todo momento la ayuda necesaria en cada paso. Pero si que es recomendable tener algunos conocimientos esenciales previos a la calibración:
– Limpiar el monitor. Aunque pueda parecernos que nuestro monitor está limpio, antes de encenderlo no está de más pasar un paño húmedo o usar alguna solución de limpieza específica para monitores, quitando así todo el posible polvo que podamos tener e interferir en la calibración.
– Precalentar el monitor. Cuando un monitor se enciende no responde igual que lo haría pasados unos minutos. Así que conviene calibrar nuestro monitor después de un precalentamiento. Para monitores LCD/TFT bastará con 15 minutos, para quienes aún tengan un monitor de tubo CRT el tiempo de precalentamiento se alarga hasta los 30 minutos.
– Iluminación del estudio. Es importante que el estudio o la sala dónde tengamos el monitor a calibrar tenga siempre una iluminación constante. No podemos hacer una calibración a pleno día con las ventanas subidas y el sol entrando directamente a la pantalla para luego editar mayoritariamente por la noche, o con las persianas bajadas.
Lo ideal es tener una iluminación cumpliendo con la norma ISO establecida, que indica que debemos tener una iluminación de entre 64 y 32 lux (para calcular este parámetro sin un luxómetro, podemos hacerlo con un fotómetro hasta obtener unos valores de 2 segundos y f/5,6 a ISO 100).
4. Flujo de trabajo
No hay mejor manera de explicar el flujo de trabajo a seguir que mirando este vídeo que publicamos el mes pasado en el que lo explicamos paso paso:
5. Resultados
Una vez terminada la calibración, nuestro monitor se ajustará de forma automática al incorporar el perfil generado. Este perfil será válido junto con los ajustes que hayamos realizado a nuestro monitor. En caso de que por error modifiquemos el brillo, el contraste o algún canal RGB del monitor tendremos que realizar una nueva calibración.
Cuando terminamos de calibrar podemos ver con una serie de fotografías que nos van a permitir comparar el comportamiento del monitor calibrado versus no calibrado, de modo que nos podremos hacer una clara idea de los ajustes que se han realizado.
Es importante una recalibración cada cierto tiempo, lo ideal sería una vez al mes, aunque si antes de llegar al mes tenemos que realizar un trabajo dónde la reproducción del color nos es crucial, es recomendable realizar antes la recalibración.
Con el Spyder5 Elite podremos hacer también una medición de la homogeneidad del monitor, esto nos va a ayudar a definir qué zonas del monitor se comportan mejor que otras, como es lógico, la parte central acostumbra a ser la de mayor calidad y más homogénea, y a medida que nos acercamos a las esquinas iremos perdiendo. Si tenemos un monitor muy viejo puede ser que la zona homogénea se va muy reducida en la parte central. Esto nos indicará que ya es hora de renovar nuestro monitor.
Muy informativo y sencillo, gracias por el artículo