Estamos acostumbrados a ver sesiones de fotografía de pre-boda con parejas muy cariñosas, paseando por rincones preciosos, pero Casey Grim y Adam McLaughlin decidieron dar un paso más allá cuando se comprometieron.
Para ello, idearon unas fotografías diferentes, tomadas por su amigo y fotográfo Red Scott. Con mucho sentido del humor decidieron recrear cada uno de ellos la misma pose y con el mismo vestuario, por lo que el resultado final es imposible que deje indiferente y sobre todo, que no arranque más de una carcajada, en el buen sentido.
Para continuar con ese humor que tiene la pareja, después de ver el resultado comentaban que seguramente colgarían las imágenes en algún sitio incómodo en el que sus padres las vieran, como por ejemplo el baño.
Debido a que estas fotografías corrieron como la pólvora por internet, Scott decidió contar cómo había hecho esta sesión fotográfica. Para empezar, usó una Mamiya RZ67 Pro II que compró de segunda mano y se inspiró en Jim C. Hines, quien realizó una serie de fotografías de él mismo recreando portadas de libros de fantasía.
Scott llevaba tiempo sin disparar en película, por lo que tuvo problemas con la exposición y la luz, así como el enfoque, y cuando recibió las fotografías reveladas y escaneadas, según él, salvadas en su mayor parte por el laboratorio encargado, las terminó en photoshop con la ayuda de su mujer y las subió a internet. Ahí fue cuando se hicieron virales y salieron en varios medios de comunicación.
Desde luego, estas imágenes seguramente den ideas nuevas o sirvan de inspiración para todos aquellos fotógrafos que realizan pre-bodas o para las propias parejas que quieran unas fotos diferentes y divertidas.