El mejor fondo de pantalla, por supuesto, es una preferencia personal y puedes usar cualquier color de fondo o imagen que desees. Sin embargo, hay un par de pautas que recomendamos. Si deseas el fondo de escritorio óptimo, se recomienda un gris neutro. Nuestros ojos pueden verse influenciados muy fácilmente por un color llamativo: un gris neutro es lo que menos distrae.

Foto original, © Jochen Kohl

En las siguientes capturas, los fondos de pantalla son muy llamativos y distraen la vista:

 

En cambio, en la siguiente, el fondo es gris neutro. Los ojos no sufren ninguna distracción:

Si eliges usar una imagen o un color llamativo como fondo de escritorio, asegúrate de que el programa o aplicación cubra toda la pantalla (maximiza a ventana del programa) para que el fondo no se vea. Si estás utilizando una pantalla secundaria con una imagen o fondo llamativo, asegúrate de cubrirla con la ventana de la aplicación secundaria o simplemente apágala. Una pantalla secundaria con un color llamativo puede afectar tu percepción del color en la primaria.

Esta ilustración demuestra la forma en que el ojo humano percibe de manera diferente solo porque el entorno y las características de la luz han cambiado.

¿Has visto que muchos editores fotográficos ofrecen la posibilidad de cambiar el color de fondo? Esto es para ayudar a tu percepción del color. Notarás que los programas o aplicaciones tienen una paleta de colores muy neutral por este motivo.

Por supuesto, siempre se recomienda controlar la iluminación del entorno. Las mejores prácticas son que la iluminación de la sala sea bastante moderada. Deben evitarse las fuentes de luz directa y las lámparas de escritorio deben apagarse durante la calibración y al realizar tareas en las que trabajamos el color de una imagen.


Encontramos en la Wikipedia un muy buen ejemplo de cómo percibimos a veces que las imágenes son incorrectas. A y B son exactamente los mismos colores, pero percibimos A más oscuro que B.

Artículo patrocinado por Datacolor