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El año pasado comenzó un movimiento que se ha empezado a conocer como No photography, es decir, nada de fotografías, pero en sitios concretos como conciertos o discotecas.

La actriz y cantante Zooey Deschanel, el cantante Prince, la banda Yeah Yeah Yeahs, The Savages e incluso un festival de música llamado Unsound que tiene lugar en Polonia, se han opuesto a que la gente que acude a verles o a las actuaciones, se pase el tiempo tomando fotos de ellos con sus amigos o de los conciertos, para que así el público lo disfrute realmente y no esté pendiente de los dispositivos electrónicos.

El último en unirse ha sido una discoteca de Brooklyn. Si bien en los mencionados conciertos se llegaban a requisar los móviles, echar a la gente o molestar con un laser rojo a los atrevidos que osasen sacar el móvil, en Output, que así se llama este club, la manera disuasoria es que el personal de seguridad te mire mal.

En los últimos años, desde la prohibición de Beyonce a que se sacaran fotografías, o al menos que no se publicaran sin su consentimiento para evitar caras y poses extrañas, está surgiendo este movimiento en el que se aboga por el disfrute a la antigua usanza, en 3D, como dicen She & Him, el grupo de Deschanel, de los conciertos o de la música, como en el caso de Output.

Sí es cierto que con la adquisición de smartphones y de páginas como Instagram, Tumblr o Pinterest, aunque sobre todo la primera, el uso que se le está dando a los móviles más para decir yo estuve aquí, que para pasar un buen rato en el lugar al que se va.

De ahí a la prohibición hay un salto, y se ha abierto un debate en el que muchos fans no están de acuerdo con esta nueva política pero, ¿creéis que está justificada o que deberían dejar a la gente que hiciera lo que quisiera?