Este sábado, mientras en Barcelona se llevaba a cabo el #OlympusTrip, en Donostia hicimos el Fotowalk 3 conocido como “El Reto”. En esta ocasión, estas dos palabras no podían haber sido más acertadas ya que la meteorología se encargó de ponernos en situación.

Ainara Garcia

Como siempre, empezamos la jornada tomando un calentito café en una cafetería de la parte vieja. En diferencia del Fotowalk Donostia 1 y el Fotowalk Donostia 2, dejamos de lado los conceptos técnicos y nos metimos de lleno en temas de composición, documentación, planning de reportajes, cómo trabajar la creatividad, etc., … Entre las alumnas, aprovechamos para sortear un código para descargar Photopills, la aplicación para fotógrafos perfeccionistas que nos facilita sobre todo el trabajo previo de planificación.

Después de una hora conversando y resolviendo dudas, llegó el momento de salir a la calle y plantar cara a aquellos nubarrones que no conseguíamos quitarnos de encima. Lo que menos nos costó decidir fue el tema a fotografiar. Obviamente: lluvia en Donostia.

Empezamos por la zona del puerto, por el mirador del náutico exactamente. Un amable señor se nos prestó de modelo para crear nuestra primera imagen. Pero esa mañana por lo visto a los donostiarras les dio mucha pereza salir, de modo que en ocasiones, nos fotografiamos entre nosotras, turnándonos y elaborando diferentes composiciones.

Más tarde, bajamos a la playa. Seguía lloviendo, hacía un viento horrible, y del frío mejor ni hablar. Pero no pudimos contenernos en fotografiar a los típicos bañistas que se dan un baño en la playa de la Concha todos los días del año. Y el sábado, a pesar del frío y el mal tiempo, no iba a ser una excepción. Es lo bueno de salir a fotografiar con mal tiempo, que te encuentras fotos de lo más curiosas.

Ainara Garcia

Fue en la playa donde aprovechamos para hacer series al estilo de Elliot Erwitt. Así es como aprendimos a observar bien el entorno antes de empezar a hacer fotos, y a esperar, si es necesario.

Después, volvimos al Boulevard. Aquí seguimos profundizando las series, hasta que de pronto, nos encontramos en medio de una manifestación que cómo no, aprovechamos para poner en práctica todo lo que estábamos aprendiendo en este Fotowalk. Fue una buena forma para dejar de lado nuestras inseguridades, y aprender a acercarnos mucho a la gente con la cámara de fotos.

Finalizamos el día en el típico mercadillo que realizan a diario junto a la Bretxa, donde realizamos retratos a gente desconocida.

Teniendo en cuenta los obstáculos que nos puso la meteorología y a pesar de ello, lo bien que se desenvolvieron y resolvieron los ejercicios propuestos las alumnas de este Fotowalk, solo puedo decir que ¡reto superado!

Muchas gracias por venir, y espero que hayáis aprendido mucho chicas. ¡Hasta la próxima!