Muchas veces, en ocasiones sin que nos demos cuenta, cuando vemos alguna película, nos solemos quedar o bien horrorizados por la iluminación y fotografía que tiene o bien maravillados por el trabajo realizado en la cinta por el director de fotografía.
El director de fotografía siempre ha estado en un segundo plano y es una figura en la que la gente no se suele fijar demasiado. Todos nos acordamos de directores, actores, guionistas e incluso compositores de la banda sonora, pero el encargado de la fotografía, y por tanto, de la estética y resultado visual suele quedar relegado, por mucho que tengan su propia categoría en los Oscars.
Uno de estos directores, que a los fotógrafos nos puede servir de inspiración en un momento determinado es John Toll.
Toll tiene en su poder dos premios Oscar por Braveheart y por Leyendas de pasión, pero ha estado nominado en muchas más ocasiones con La delgada línea roja, El último samurai o por el episodio piloto de la más que de sobra conocida serie de televisión, Breaking Bad.
Este director de fotografía, o cinematógrafo -traducción literal de la palabra inglesa que denomina esta profesión, cinematographer-, comenzó a trabajar en 1971 y desde tonces tiene en su currículum películas como las mencionadas Leyendas de pasión, Braveheart y La delgada línea roja, pero también cuenta con Casi famosos, La mandolina del capitán Corelli, Vanilla Sky, Adiós pequeña, adiós (Gone Baby Gone), Tropic Thunder: ¡Una guerra muy perra!, Destino oculto . De las que nos están por llegar tendremos Cloud Atlas, de los hermanos Wachowski, La extraña vida de Timothy Green o Iron Man 3.
Aquí tenéis unos ejemplos de su trabajo, y que además, os pueden servir para inspiraros en vuestras obras fotográficas: