Este sábado, hemos empezado un nuevo curso con el Fotowalk Donostia 1. Desde que quedamos a las 9:00 en el punto de encuentro, supimos que iba a ser un bonito día para aprender fotografía paseando con la cámara de fotos por la capital guipuzcoana, ya que el sol asomaba dejando ver algunos rayos de luz tras el monte Ulia.
Empezamos la jornada con un café en una terraza de la Parte Vieja, mientras descubríamos el funcionamiento de conceptos básicos como el diafragma, obturador e ISO , observando las tripas de una cámara réflex analógica.
Después, comenzamos el trayecto desde el mirador del náutico, practicando ejercicios de composición teniendo en cuenta la regla de los tercios.
Seguimos la caminata adentrándonos en los jardines de Alderdi Eder, donde los alumnos me sorprendieron muy gratamente retratando flores con poca profundidad de campo. Hubo quienes consiguieron hacer fotos muy bien vistas de gotas de rocío deslizándose por los pétalos de flor.
Ahora que dominamos el diafragma, le damos paso a la velocidad de obturación. Para ello, en la Avenida de la Libertad, jugamos con la cámara a perseguir coches y motos para crear barridos. Hubo quienes consiguieron la foto casi a la primera, mientras que a otros les costó un poquito más. De todas formas, tal y como dijimos, es una técnica que requiere mucha práctica de modo que no dejéis de intentarlo.
Desde aquí, nos desplazamos a la catedral del Buen Pastor, donde intentamos hacer la técnica conocida como zoom-in / zoom-out. Esta nos costó más que los barridos, pero nos sirvió para darnos cuenta la cantidad de posibilidades creativas que tienes a tu alcance con una cámara réflex.
Pero no todas las fotos iban a ser a velocidad lenta, de modo que nos pusimos a pegar saltos en las escaleras del Buen Pastor para conseguir el efecto contrario: congelar las fotos.
Terminamos el Fotowalk en el segundo puente, y fue aquí donde mandamos al traste lo aprendido con la regla de los tercios, llegando a la conclusión de que de vez en cuando, tampoco viene mal romper las reglas tal y como hablamos en aquel post.
Fue una mañana muy amena y divertida, un placer tener alumnos tan atentos y predispuestos a la hora de aprender.
Ahora a poner en práctica lo aprendido, que es como mejoraremos día tras día.
¡Nos vemos el próximo Fotowalk Donostia!