Es fácil de confundir los términos de luz dura y luz suave. A menudo he visto fotógrafos que justifican la utilización de un Stofen o cúpula difusora en un flash para conseguir una luz más suave… Nada más equivocado! Si más suave fuera sinónimo de menor intensidad, bastaría bajar la potencia del flash en lugar de añadir elementos de plástico translúcido delante. La manera más fácil de saber si una luz es dura o suave es mirando, paradójicamente, las sombras que provoca.

figura A

figura A

Con una luz dura la transición entre las partes iluminadas, de forma directa por la fuente de luz, y las sombras es muy brusca y forma una línea definida que hace de frontera entre las dos zonas (figura A, izquierda). Por otra parte, una luz suave genera un suave degradado de transición entre zonas iluminadas y sombras (figura A, derecha). Por eso no es ninguna contradicción poder tener una luz muy poco intensa pero que es muy dura, una cosa no tiene nada que ver con la otra.

Una vez entendidas las diferencias entre estos dos tipos de luces, conviene que ahora entendamos como conseguimos una luz dura o suave. Todo radica en el Tamaño Aparente de la fuente de luz, es decir, el tamaño de la luz en relación al sujeto que se ilumina. Por tanto, no podemos definir una luz como dura o suave sin referirse a la medida del sujeto a fotografiar, y también dependerá de la distancia entre luz y sujeto.

Vamos a poner algunos ejemplos para acabarlo de entender. El sol es una luz dura por los habitantes de la Tierra porque, a pesar de que sus dimensiones absolutas son muy grandes, al estar a tanta distancia de nosotros lo vemos muy pequeño (su tamaño aparente es muy pequeño). En cambio un flash estándar es relativamente pequeño pero proporcionaría una luz muy suave para fotografiar una hormiga si la acercamos mucho a ella (su tamaño aparente será grande). Un flash con un paraguas de 80 cm de diámetro será una luz suave para fotografiar una cara de una persona si no la alejamos mucho, pero este mismo proporcionará una luz dura para fotografiar un elefante, y más si lo alejamos.

De la misma forma se llega a la conclusión de que una misma luz se va endureciendo a medida que la apartamos del sujeto y viceversa. Un flash rebotado en un techo o una pared iluminará una superficie bastante grande y su reflexión será una fuente de luz suave para la mayoría de los elementos de la habitación.

figura B

figura B

La figura B muestra un mismo objeto, una maqueta a escala reducida de un monoplaza de fórmula 1, fotografiado con diferentes luces domésticas a una distancia similar entre luz y sujeto. A la izquierda tenemos la situación de luz más dura ya la derecha la de luz más suave.

Espero haber podido aclarar este tema con todos estos ejemplos y además, así, también tendréis algunos recursos de iluminación para conseguir luces duras o suaves en diferentes casos.