Hemos probado durante unos días la nueva Olympus OM-D E-M10 Mark IV, que ya anunciamos en Naturpixel a principios de agosto, nos la hemos llevado de vacaciones y aquí te contamos esta toma de contacto.

Se trata de una cámara muy pequeña, se puede sujetar perfectamente con una sola mano, no pesa nada.

Una de sus características principales es su nueva pantalla abatible, completamente abatible, lo que nos permite hacer el típico modo selfie. Lo que nos permite tanto hacer fotos como hacer vídeos estilo vlog. Además es una pasada el seguimiento de cara, es maravilloso, no ha fallado en las diferentes pruebas que le hemos hecho, incluso con gafas de sol puestas.

Otra característica nueva es el sensor, un sensor de 20 megapíxeles nuevo respecto a su modelo anterior, la E-M10 Mark III que por cierto se lanzo hace hoy justo 3 años, por lo que ya tocaba una actualización de cámara.

Durante unos días me la he llevado de viaje, he estado jugando con ella en la montaña, haciendo fotos con el objetivo 25mm ƒ/1,8, equivalente a 50mm. Cabe mencionar que el kit básico viene con con el ED 14-42mm ƒ/3,5-5,6 EZ (a un precio de 850€), que es un objetivo que a mí no me termina de gustar demasiado por el hecho que es electrónico, es decir, el zoom funciona de forma electrónica, lo que relentiza un poco la toma de fotografías. Yo recomendaría adquirir el cuerpo solo (a un precio de 700€) y ponerle un objetivo mejor, ya sea un fijo o el 14-42mm de recorrido “normal”.

 

Algo que me ha gustado mucho es el hecho de cómo podemos recuperar sombras, o luces bajas, con la E-M10 Mark IV. Fijaros en las fotos siguientes, la original sin editar (que expuse para no quemar las altas luces del cielo) y la editada recuperando sombras:

 

Como comentaba, es una cámara muy pequeñita y liviana, ideal para viajes y llevar siempre encima como he hecho yo por la montaña, haciendo grandes caminatas sin que moleste demasiado.