El pasado mes de junio Mario N., un turista alemán aficionado al submarinismo, hacía una inmersión en las Maldivas y encontró una cámara en el fondo del mar, concretamente una Olympus Tough TG-820, una cámara acuática y resistente.
Después de tres meses en el océano Índico, la cámara solamente presentaba restos de óxido en el exterior, la tarjeta de memoria funcionaba perfectamente y las más de 500 imágenes que contenía pudieron ser recuperadas. Gracias a ellas, Mario pudo rastrear a los propietarios de la cámara: una pareja originaria de Finlandia que realizó su viaje en el mes de marzo.
Con esta información, Mario publicó en su cuenta de Facebook el siguiente mensaje con una foto de la pareja: “encontrada una cámara Olympus en las Maldivas! ¿Alguien les conoce? Se trata probablemente de una pareja de Finlandia que viajó allí alrededor del 8 de marzo”. Movidos por el entusiasmo de la historia, los usuarios de Facebook no tardaron en responder. En pocas horas, el mensaje fue compartido 20.000 veces. De esta forma, llegó a manos de la escuela finlandesa de buceo Hanko Diving, quien compartió la noticia:
Poco después de su publicación y de su propagación a base de compartir por la red social, recibieron este comentario:
Una usuaria de Facebook decía “Yep. That’s my brother and his wife on their honeymoon!” (traducido del inglés: “Sí. Ese es mi hermano y su esposa en su luna de miel!”). Fue así como se corroboró que las fotos pertenecían a una pareja finlandesa que celebraba su luna de miel en marzo de 2013, y perdieron su Olympus Tough TG-820 mientras practicaban snorkel en las Maldivas.
Los propietarios estaban absolutamente encantados de recuperar su cámara y la tarjeta de memoria en su interior con las fotos de su luna de miel; un buen homenaje para su matrimonio y una genial historia para contar a sus nietos.
Y una genial publicidad para Olympus, Ja ja ja.