De vez en cuando nos gusta probar soluciones de almacenamiento para nuestras fotografías, ya sea como disco duro “principal” o para poder realizar copias de seguridad de nuestras fotografías. En esta ocasión hemos estado probando el disco duro portátil Western Digital My Passport Pro; un disco que ya lleva cierto tiempo en el mercado y se caracteriza por usar conexión Thunderbolt (por lo que está pensado para ordenadores de la manzanita), y por disponer de opciones RAID.

La primera impresión al sacarlo de la caja es que se trata de un disco duro algo grueso, pero claro, hay que tener en cuenta que tenemos un sistema RAID portátil entre manos, es decir, que en el interior de la caja encontraremos 2 unidades de disco duro. Su carcasa de aluminio parece resistente y le da un aspecto de fiabilidad. El cable de conexión Thunderbolt viene incorporado y dispuesto alrededor del disco, por lo que nunca lo podremos perder, además es lo suficientemente largo.

En la caja del disco vemos que viene equipado con un pequeño ventilador… pocos discos duros portátiles montan ventiladores… ¿Será que se caliente mucho? ¿Hará mucho ruido ese ventilador? Luego lo veremos.

Conecto el disco duro al Thunderbolt de mi viejo MacBook Air, pues el nuevo MacBook Pro sólo dispone de conexión USB-C, para poder hacer las pruebas. El disco se alimenta directamente a través de esa interfaz, no hace falta una alimentación externa. De momento el ventilador no se enciende.

El finder ya lo detecta, lo ve como una unidad de 2Tb, aunque en realidad son 2 unidades de 1Tb cada una. Al abrirlo encontramos el archivo para instalar el software “WD Drive Utilities”, lo que nos permitirá, si queremos, modificar el comportamiento del disco y del RAID.

Las 2 unidades del disco inicialmente están formateadas como HFS+J y configuradas como una matriz de discos RAID 0, o sea, que suman sus capacidades para tener una alta velocidad y un rendimiento máximo de almacenamiento. Con “WD Drive Utilitites” podemos modificarlo y elegir una matriz de discos duplicada RAID 1 para una máxima protección pero con una velocidad de almacenamiento reducida o crear unidades individuales JBOD que pueden formatearse de forma diferente (HFS+J para ordenadores Mac o exFAT para ejecutar sistemas operativos Windows en ordenadores Mac).

Lo dejo en RAID 0 y conecto Blackmagic Disk Speed para realizar un test de velocidad, este es el resultado:

Después decido copiar varias carpetas con fotografías y vídeos, 100,03 Gb en total. Cuando va por la mitad de la importación el ventilador empieza a funcionar, el ruido es algo molesto pero soportable. Termina la copia de archivos, el cronómetro se para justo cuando esta a punto de alcanzar los 8 minutos (7:57 concretamente), a los pocos segundo el ventilador también para de resoplar, cosa que agradezco, porque ya empezaba a ser algo molesto.

En resumen, aunque pensaba que la velocidad de lectura/escritura sería más alta, no se queda corta comparándolo con otras unidades que funcionan por USB 3.0, es una buena opción como disco duro de almacenaje, como disco de backup, o incluso como copia de seguridad del disco duro principal, ya que es una unidad booteable, lo que nos permitirá poder arrancar desde el disco duro en otro ordenador y trabajar como si estuviéramos haciéndolo en nuestro Mac. Los podemos encontrar por menos de 280€ en versión de 2Tb o por algo más de 350€ en su versión de 4Tb.

Aunque si dispones de uno de los nuevos MacBook Pro con conexión USB-C quizás te interese más uno de estos discos, a pesar de que el precio se dispara un poco…

+ info