Un monitor funciona con colores aditivos mientras que la impresora funciona de manera sustractiva. La suma de todos los colores con el nivel más alto en un punto de la pantalla se verá como blanco (imagen izquierda RGB), mientras que en una impresora, la suma de todos los colores se verá como un punto negro (imagen derecha CMY).

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Otra diferencia muy importante es que el monitor está trabajando con luminancia, por lo que es una fuente de luz. Mientras que una impresión es un reflejo de la luz ambiente. Si la imagen que se muestra en un monitor es más brillante que la impresión de salida obtenida, entonces es que tenemos demasiado luminancia en el monitor. El ajuste de luminancia normalmente lo veremos reflejado en el monitor como el ajuste de brillo. Lo ideal será calibrar el monitor con la función de compensación de luz ambiente que ofrecen los calibradores de Datacolor Spyder5PRO y Spyder5ELITE y oscurecer la habitación de trabajo a un nivel bajo si es posible. Entonces el calibrador Spyder sugerirá calibrar el monitor a alrededor de 120 cd/m2 (candelas por metro cuadrado).

Para disminuir la luminancia de la pantalla puedes utilizar el control de luz de fondo de la configuración del monitor. En la mayoría de pantallas de monitor este control de luz de fondo se llama “Brillo”.

Ahora, con el monitor calibrado a un nivel de 120 cd/m2, las imágenes deberían coincidir con sus respectivas impresiones más que nunca.