Pilar de Miguel

Sabemos que independientemente de la persona y de la luz que tengamos, la pose influye en cómo se verá el modelo. Más alto, más bajo, más gordo, más flaco… todos estos detalles se pueden solucionar sabiendo cuáles son las mejores poses, sobre todo si no gente habituada a realizarse fotos y necesitan una pequeña dirección. Principalmente, cuando la gente quiere verse con menos peso del que en realidad tiene, para esto hay varios trucos de perspectiva que nos ayudarán a quitar algún kilo extra sutilmente.

Lo primero de todo es saber que los objetivos angulares pueden provocar un efecto llamado distorsión de barril, en la que el sujeto aparecerá un poco abombado, y por tanto, ligeramente engordado. Por fortuna, actualmente con el Lightroom es algo que se puede solventar sin más problemas, incluso cuando es una distorsión que en muchos casos no llega a notarse demasiado. Por tanto, cuidado con la elección de la lente a la hora de retratar a alguien.

Otra de las cosas a tener en cuenta es el ángulo desde el que se realiza la fotografía. Normalmente, lo recomendado es disparar a la altura de la cintura del modelo, para evitar efectos en la altura, sin embargo, si quieres ayudar a que la persona esté más estilizada y delgada, lo mejor es tomar la imagen desde arriba ligeramente, así la figura aparecerá un poco más alargada.

Si se quiere sacar a la persona de frente, la pose que lleve es importante. Sólo hay que fijarse en cómo las famosas lo hacen frente a los medios de comunicación para darse cuenta de que todas tienen exactamente la misma posición. Piernas cruzadas, brazos en la cintura, uno o dos, cuerpo girado ligeramente, etc. En el fondo no deja de ser una manera de realzar la delgadez o estar más cerca de ella visualmente.

El tema de la ropa que se lleve durante la sesión de fotos también influye. Si se quiere esconder la barriga o alguna zona del cuerpo, lo más habitual es recurrir a la ropa holgada, pero en muchos casos provoca el efecto contrario, es decir, estéticamente suma peso. Por tanto, lo mejor es llevar ropa cómoda y combinar esa ropa con la pose para tapar de manera sencilla y natural las zonas con las que no estemos cómodas. Por ejemplo, si no te gusta tu tripa, si estás sentada, en vez de dejar los brazos a los lados y dejar que la camiseta marque, siempre puedes colocarlos en tu regazo de manera casual. También se pueden incorporar accesorios como bolsos o desviar la atención hacia áreas que sí gusten y se quieran potenciar. Los colores y la forma de las prendas de vestir ayudan en este último caso, sabes lo que a cada uno le queda bien y añadir una pose favorecedora, puede ayudar, no sólo a disimular nuestro cuerpo, sino a estar más relajados y seguros durante la sesión de fotos.