A menudo oigo ‘envíame las fotos a 72 dpi que son para web’, y se quedan tan tranquilos… Yo me pongo las manos en la cabeza y, si quien lo dice es un profesional, entonces ya lo encuentro garrafal! De la misma manera nos podrían pedir que fuéramos a comprar manzanas de las que cuestan 1,95 euros/kg, pero inmediatamente pediríamos cuantos euros nos tenemos que gastar o cuántos kg debemos comprar, y eso ya es más evidente para todo el mundo.

La problemática de las resoluciones es exactamente la misma, no tiene ningún sentido hablar de dpi sin pedir una medida física de impresión. Para acabar de entender esto debemos comprender tanto el concepto de tamaño de imagen como el de redimensionado de la misma, y entonces dominaremos a la perfección el concepto de resolución medido en dpi (dots per inch), cuando nos referimos a punto o gotas de tinta que hay en una pulgada lineal de una imagen impresa, o ppi (pixels por pulgada) o ppp (píxeles por pulgada), cuando nos referimos a los píxeles que hay en una pulgada lineal de un monitor. Pero a partir de ahora sólo utilizaré dpi como unidad de resolución para simplificar y no complicarlo más, teniendo en cuenta que muchas veces dpi se utiliza como sinónimo de ppi.

TAMAÑO DE IMAGEN:

El tamaño de imagen se puede medir de tres maneras: en píxeles, en bytes (medida informática) o en cm o pulgadas (salida física impresa).
Tamaño en píxeles
Podemos definir la imagen con los píxeles que ésta tiene de anchura y altura (por ejemplo: 3.000 x 2.000) o bien por el número total de píxeles (por ejemplo: 3.000 x 2.000 = 6.000.000 px = 6 megapíxeles).
Tamaño en bytes
El tamaño o peso informático es el necesario para almacenar la imagen y depende básicamente del número total de píxeles y de la profundidad de bits (cantidad de bits que gastamos para definir colorimétricamente cada píxel)
Tamaño de impresión en cm o pulgadas
Si queremos dar una salida impresa a una imagen debemos plantearnos la dimensión física de impresión que nos interesa.

REDIMENSIONADO DE LA IMAGEN:

Podemos redimensionar una imagen de dos formas: mediante un escalado o con un remuestreado.
Escalar una imagen
Si hacemos un escalado de la imagen nunca variará el número total de píxeles de la misma, ni tampoco la información cromática. El escalado es un proceso reversible en cualquier momento. Para ello conviene asegurarse de que la casilla de remuestreo esté desactivada en el programa que utilizamos y veremos que se nos bloquean las casillas referentes a las dimensiones totales en píxeles. Entonces, si variamos el valor de la resolución simplemente nos variarán automáticamente los valores de las dimensiones físicas de la imagen que ésta tendrá una vez impresa, pero nunca variaremos los píxeles totales de la imagen. Por eso podemos escalar una imagen con diferentes resoluciones pero ésta siempre tendrá el mismo tamaño en píxeles y el mismo tamaño informática, sólo nos variará el tamaño de impresión cuando le damos salida física.
Ahora se entiende que pedir una imagen a 72 dpi porque es por web no tiene sentido ya que no la queremos en soporte físico, y tampoco tiene sentido pedirle sólo a 300 dpi, si la queremos imprimir, sin definir qué tamaño de impresión queremos conseguir. Pensad que una imagen que tenga unas dimensiones concretas en píxeles, y se visualice al 100%, se verá con el mismo tamaño en pantalla independientemente de la resolución en dpi que le asignemos, siempre y cuando lo hagamos escalando y no remuestreando. Recordemos que visualizar al 100% significa que cada píxel de la imagen ocupa exactamente un píxel físico de la pantalla.
Remuestrear una imagen
Por el contrario, si lo que hacemos es un remuestreado (y por ello activamos la casilla correspondiente del programa informático que utilizemos) sí variaremos el tamaño en píxeles y el tamaño informático de la imagen. De hecho podemos remuestrear a la baja, con lo cual lo que haremos será eliminar píxeles de forma proporcional de la imagen original, o remuestrear al alza mediante la interpolación de nuevos píxeles entre los originales existentes. El remuestreo es un proceso irreversible y, si primero remuestreamos a la baja una imagen y seguidamente la volvemos a remuestrear pero al alza, perderemos calidad respecto a la imagen original en función del grado de remuestreo. Llevándolo al extremo, si remuestreamos una imagen, por ejemplo de 300 x 300 píxeles, a la baja haciendo que acabe teniendo sólo 1 píxel que tendrá un color concreto y, a continuación, volvemos a remuestrear esta imagen resultante de un solo píxel interpolando hasta que tenga nuevamente 300 x 300, obtendremos una imagen de 300 x 300 píxeles pero todos del mismo color que tenía el píxel solo.

CONCLUSIONES:

La resolución (dpi) sirve para relacionar el tamaño digital (píxeles o bytes) de la imagen con el tamaño físico (cm o pulgadas) de impresión. De hecho no tenemos necesidad de definir la resolución hasta que no queremos imprimir la imagen, pero al crear un archivo de imagen es imprescindible, informáticamente, que éste ya lleve asociada una resolución desde el principio.
A una distancia de observación de una imagen impresa de 40 o 50 cm, es posible llegar a percibir la frontera entre píxeles si utilizamos una resolución de 150 dpi o menos. Por encima de 150 dpi podríamos ver la estructura de filas y columnas de píxeles hasta llegar a una resolución de 180 dpi, donde ya serían imperceptibles. Y si aumentamos la resolución por encima de 180 dpi, aunque ya no podemos percibir la estructura de píxeles, podremos mejorar la riqueza de color y la suavidad en los degradados hasta unos 240 dpi, resolución por encima de la cual en muy pocas ocasiones encontraremos mejora perceptible. Evidentemente todos estos parámetros de calidad de la imagen irán estrechamente supeditados a la calidad tanto de la impresora, como los papeles y tintas, y de una buena gestión de color en el flujo de trabajo.
Yo aconsejo que penséis en la anchura y la altura de la imagen en píxeles cuando trabajáis por pantalla y/o web, y que controléis la resolución para saber a qué tamaño puedemos imprimirla. Todo ello sin remuestrear y, una vez hecho el análisis, si es necesario remuestrear para reducir o ampliar nuestra imagen.
De todos modos podemos utilizar la resolución de 72 dpi para haceros una idea aproximada del tamaño de la imagen en cm o pulgadas en la pantalla, si trabajamos con MAC. Si utilizamos PC podemos tomar el valor de 96 dpi para hacer la misma previsión aproximada. Aquí tenéis estas dos imágenes para que lo podáis comprobar físicamente sobre vuestra pantalla con una regla y saber de qué grado de precisión disponéis.