Lighting train - Mario Rubio ©

La fotografía nocturna exige, al contrario que otras muchas variantes fotográficas, la máxima paciencia. Tomas que pueden llegar a durar varias horas ponen de manifiesto en la gran parte de las imágenes el movimiento de nuestro planeta Tierra. Las estrellas, con sus trazos dibujados en el firmamento, dan fe de nuestro movimiento de rotación. El ecuador celeste nos argumenta de forma visual las distinas direcciones que toman las trazas estelares respecto a la tierra. Así mismo, las nubes que ante nuestros ojos suelen ser estáticas, en la fotografía nocturna cobran vida, dibujándose como grandes estelas afiladas que decoran el cielo.

Este tipo de fotografía “noctámbula”, busca escenas poco usuales como: casas derruidas, paisajes naturales, arquitectura industrial donde colorear con múltiples flashes y linternas de colores al antojo del autor para transmitir sensaciones nuevas e inusuales a los espectadores.

Mario Rubio

La fotografía nocturna provoca en el fotógrafo la ansiedad y deseo de ver los resultados en la pantalla mucho más que otras disciplinas donde el resultado depende 100% del autor. En esta variante fotográfica, no es él solo quien decide como será la toma sino todos los elementos que forman parte en las largas exposiciones tales como: el agua, las estrellas, constelaciones, la luna, las nubes, los aviones y un largo etcétera que harán de cada toma una imagen única e irrepetible.

Muchos aficionados a la fotografía se encuentran con la dificultad de conocer cómo calcular el tiempo de exposición en ausencia de luz y obtener una fotografía con un histograma deseado. Así mismo variantes como la hiperfocal, la técnica de doble o triple enfoque en la misma toma son aspectos que no se suelen practicar en fotos diurnas y que son el ABC de la fotografía noctura.

En mi opinión, pienso que la noche es más rica en colores que el día.

Sin duda, la luz de la oscuridad es la más fascinante para fotografiar.

Artículo y fotografías de Mario Rubio.
www.fotografonocturno.com